Yo ví al mundo yéndose al infierno, y al infierno enjaulado entre montañas de rencor, de donde bajan ríos de avaricia y de ambición, y también había paisajes, que solente los insensibles pueden hacer realidad, con nubes de acero y árboles de metal, pájaros sin alas, lobos sin colmillos, flores sin raíz, y estrellas sin brillo, donde el sabor ya no sabe y el saber es sufrimiento, donde si te digo te miento y lo banal es intelecto, ví que me observaban entre ceros y unos, quise ver colores, pero no ví ninguno, quise respirar entre una tos feroz, me pareció gritar pero no tenía mi voz, me puse a llorar y de mis ojos, nada, ví sus plantaciones y de semillas granadas, ví como escuchaban con sangre en los oídos, quise recordar y recordé olvidos, la cima llegaba a lo más profundo de mi dolor, y fue ahí, donde encontre... amor.